La pena, la culpa, la censura, el deseo, la lujuria, la grosería, el egoísmo barato, y el ego descontrolado, la euforia no contenida, la angustia y la búsqueda del consuelo. La frustración al separar lo humano de la obra. La dureza en la crítica y la resaca por el exceso de serotonina. Todo eso aquí, todo esto es mi obra.